Hola gentes,
Las listas siempre son contingentes, son inacabadas, son injustas, son contextuales, son caprichosas, son arbitrarias, y aún así, o quizás por eso, nos encantan las listas. Supongo que esto nos los podría explicar mejor un psicólogo evolutivo, pero no hay ninguno en la sala, así que tiraremos por el camino del medio.
Las listas, en su mejor acepción, sirven para poner orden al caos, acotar y recordar. También para discutir acalarodamente con los amigos, eso que los yankis llaman “crear conversación”. En la peor, sacralizan, o parafraseando a Maquiavelo, el peligro es que “las listas justifiquen los medios”.
Yo era una de esas personas a las que les importaba más votar una película en Filmaffinity que verla. Visto hoy, era un poco infantil salir del cine y pensar que otorgar una nota de 1 a 10 fuera tu primera tarea. Infantil por ridículamente totalitario, como si el juicio sobre todas las películas que has visto se movieran sólo en un eje al que pudieras tener acceso inmediato. Infantil también por transformar el disfrute del análisis por la tortura de la competición. Conforme ha pasado el tiempo, he desarrollado aprensión a ponerle notas a las películas, porque ya no sé cómo meter en la misma lista, por ejemplo, un documental de Wiseman y una peli de Buñuel. ¿Es mejor Tristana que Titicut Follies?
No quiero que se me entienda mal, no es que suspenda mi juicio por amor al séptimo arte. Hay películas buenas, películas regulares y películas malas, pero por diferentes razones cada una de ellas. Como también hay buenas películas malas y malas películas buenas. Y como también hay maravillosos fracasos. Recordadme que un día hablemos de esta apasionante categoría.
A mí particularmente me gustan la listas más modestas, las que están segmentadas por géneros, por épocas o por la trayectoria de los más destacados miembros de sus equipos. Estas han sido las dos listas que más me han ayudado a orientarme este año: Las 100 películas políticas más significativas de la historia, y las 50 películas pelis de culto mas… de culto. Y estos son sus números 1:
Si volvemos al terreno competitivo. ¿Es mejor La Batalla de Argel o This is Spinal Tap?
Mi consejo es que miréis todas las listas posibles y sospechéis de todas por igual. Si el canon literario occidental de Bloom, que es el más ambicioso y completo intento contemporáneo de crear un canon literario, está (justamente) en entredicho, no es por erróneo o insincero, sino porque el lugar en el mundo que ocupaba y desde el que emitía su juicio Bloom (mundo anglosajón) está también en entredicho.
Y por eso, la primera pregunta que siempre tenemos que hacernos al enfrentarnos a una lista es, ¿Desde qué cosmovisión/ideología se ha confeccionado?
Aquí os dejo mi lista de lo mejor que he visto este año por diferentes razones.
FALLEN LEAVES (2023) - Aki Kaurismaki
Si ya conocéis el cine de Kaurismaki, ya sabéis que es todo lo que está bien en la vida, y que llevaba 6 años sin estrenar película, y que contábamos los días, y que ahora nos toca esperar otra vez a la siguiente. Si no lo conocéis, esta lacónica rom-com bressoniana será el perfecto bautismo. Kaurismaki recoge lo mejor de la tradición humanista de la historia del cine. Un hilo que une a Chaplin, Wilder, De Sica, Fellini, Kurosawa, Varda, Kiarostami, Leigh, Guédiguian o los Dardenne, por nombrar a algunos de nuestros favoritos. En esta película vuelve a hacer suyo aquel adagio de Gramsci: frente al pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad.
SHOWING UP - Kelly Reichardt (2022)
Durante toda su filmografía, Reichardt ha desafiado las reglas del cine mainstream estadounidense contemporáneo, que vive obsesionado con plots infinitos. Tomando el camino opuesto y filtrando la tradición neorrealista, Reichardt se ha convertido en la mejor observadora de personajes y de la realidad que los rodea, como una entomóloga que también fuera insecto. Su atención al detalle es única en el cine actual. Esta vez, su objeto de análisis es una artista triste y solitaria en crisis que prepara su nueva exposición. Magnífica Michelle Williams, que en manos de Reichardt (es su cuarta peli juntas), deconstruye y desglamuriza el ejercicio de la creación artística.
ANATOMY OF A FALL (2023) - Justine Triet
Parte thriller procedimental, parte película de juicios, parte drama familiar, parte juego metanarrativo, Anatomy of a Fall es otra muestra de cómo el cine contemporáneo bascula exitosamente entre géneros, enriqueciendo y expandiendo los relatos. Protagonizada por una Sandra Hüller descomunal que recordaréis de la memorable Toni Erdmann, y jugando astutamente con el fuera de campo, te obliga a tomar partido por las historias que nos contamos.
LA MALA FAMILIA (2022) - Nacho A.Villar, Luis Rojo
Sólo parece haber dos maneras de hacer “cine social” en España, sea lo que sea eso. O es bienpensante y moralizante (pequeñoburgués) o es trágico y fatalista (pequeñoburgués aventurero). Desbordando la etiqueta, "La mala familia" emerge como una película documental que ofrece una visión íntima de la vida de un grupo de colegas que se reencuentran durante el permiso penitenciario de uno de ellos, retratando una parte de España que es ignorada o estigmatizada diariamente por los medios de comunicación. Un ¿documental? con unas puestas en escena estilizadas que vuelve a plantear una vez más los límites del propio género.
LOS FABELMAN (2022) - Steven Spielberg
En los últimos años muchos directores, todos inspirados por Fellini, han sentido la necesidad de hablar de su propia vida, de manera directa o indirecta. Los más narcisistas han fracasado estrepitosamente, como Iñarritu con Bardo, o han caído en la autoindulgencia, como Almodóvar en Dolor y Gloria. Otros han bordeado los ejercicios nostálgicos peligrosos, como Erice en Cerrar los Ojos. También hay directores que decidieron poner el foco principal en algún personaje importante de sus vidas, como hizo Cuarón en Roma, y desaparecer tras la cámara. Spielberg se suma exitosamente al club utilizando la relación de sus padres como centro de gravedad sobre el que pivota su propia infancia y juventud, y el gérmen de su pasión por el cine.
Los Fabelman es old-school Spielberg para lo bueno y para lo malo, así que si eres diabético, no te olvides la insulina en casa
JOYLAND (2022) - Saim Sadiq
Esta delicada y triste fábula (no sólo) queer sobre una familia en descomposición, sabe exactamente cómo subvertir algunos de los tropos más trillados de los últimos años: el autodescubrimiento, la identidad, o la intolerancia religiosa. Levantar el vuelo para tener una mirada más limpia y aguda, no sólo de la sociedad paquistaní, sino también de la institución familiar como órgano a veces represor.
THE CURSE (2023) - Nathan Fielder
The Curse es la más brillante sátira del “white liberalism” anglosajón que puedes ver estos días. Su humor nace de la brillante combinación de eso que los yankis llaman“cringe”, unas gotitas de cinismo, mucha mala leche y la incomodidad que provocan sus protagonistas. La pareja, interpretada por el mismo Nathan Fielder y Emma Stone, utilizando de propaganda su propio reality, quieren transformar y mejorar un barrio latino de Nuevo México, acorde con su ideología. Una serie con atmósfera de terror, que arremete contra la cultura de las redes sociales, la hipocresía de las buenas intenciones y la culpa del white savior. Otro clavito en las miserias y decadencia de nuestra sociedad actual.
Y hasta aquí lo nuevo, en el siguiente lo viejo.
Gracias por llegar hasta aquí.